jueves, 28 de mayo de 2015

Ser o no ser creativo….he ahí la cuestión.

¿Somos todos creativos o es el don de unos cuantos?

Muchos piensan que la creatividad es algo con lo que se nace, que esta cualidad pertenece a un grupo de seres privilegiados que tuvieron la "suerte" de contar con ese "gen" que los dota de una imaginación desbordante. Imaginación que les permite desarrollar, inventar, escribir, etc, plasmar ideas como nunca lo harían los menos afortunados (entiéndase seres que no fueron dotados con ese gen tan eficiente).

Lo cierto es que no existe algo así como "el gen de la creatividad". Puede sí darse el caso de contar con un gen "artístico", transmitido de generación en generación, pero eso es otra cosa. Si hablamos de creatividad, podemos afirmar que todos lo somos por naturaleza humana.

Mira a tu alrededor. ¿Qué sería de nosotros si no fuera así? Vivimos en un mundo creativo: casas, ropa, artefactos, tecnología, medios de transporte, medicinas, etc, todo fue desarrollado e impulsado por personas creativas, quienes encontraron una solución acertada para cada necesidad.

Y es que el ser humano es creativo, es una cualidad innata. La diferencia está en que hay unos que desarrollan más que otros esa creatividad. 

Yo diría que la persona creativa es aquella que mira desde otra perspectiva, la que prueba un camino distinto ante una situación determinada, la que encuentra soluciones donde quizá otros ni siquiera empezaron a buscar, la que toma riesgos sin temor a equivocarse. Pero sobretodo, para mí, la persona creativa es la que nunca se rinde ya que sabe que el éxito está en la constancia y en la disciplina. 

Cierto también es, que la creatividad se desarrolla a partir de una motivación. La motivación es como la gasolina que pone en marcha el motor de la creatividad. Sin motivación no tenemos el combustible necesario para generar ideas que nos ayuden en determinadas situaciones. Nos volvemos personas apáticas y deprimidas.


¿Creadores o víctimas de las circunstancias?
No son las circunstancias las que determinan que una persona sea creativa o no. Incluso hay ejemplos de personas que en situaciones adversas pudieron desarrollar su máximo potencial.


"La seguridad es más que nada una superstición. La vida es una aventura atrevida o no es nada." Esta frase es de Helen Keller, una mujer que pese a sus dificultades (sorda, ciega y muda), quien parecía condenada a la oscuridad y el silencio, nunca se dejó vencer y eligió ver el mundo desde su particular luz y escuchar la música de su corazón. 


Para quienes quieren conocer más de ella, les dejo este enlace: Vida y obras de la escritora Helen Keller

Historias como la de Helen Keller hay varias. Personas excepcionales que gracias a no darse por vencidas y explotar al máximo su creatividad, nos inspiran con su vida. Desde compositores y cantantes como Andrea Bocelli y José Feliciano, pintores como Frida Kahlo, actores como Christopher Reeve, hasta científicos como Stephen Hawking (hasta hace poco estuvo en cartelera la película de su vida, muy recomendable: La Teoría del todo, les dejo el enlace a la película) nos demuestran que somos nosotros mismos los que podemos elegir encontrar la motivación que ponga en marcha toda la creatividad que tenemos. 


Algunos tips que pueden ayudar a desarrollar nuestra creatividad:


Rétate:  Busca nuevas disciplinas que te reten y te lleven a otro nivel. Por ejemplo, hace dos años yo cambié toda mi rutina de ejercicios. Sentía que ya estaba aburrida del gimnasio, el spinning, las máquinas; y fue así como encontré el yoga. Esta disciplina me reta y me ayuda a ponerme metas a corto y largo plazo. Me hace sentir más viva y feliz con lo que voy logrando cada día. Igual con el trabajo. En mi caso, por mi tipo de trabajo cada nuevo proyecto es un reto y eso lo hace interesante. Pero estoy segura que cada trabajo tiene sus propios retos y ningún día es igual que el anterior. Por eso, busca hacer las cosas en forma distinta, plantéate metas, plantea nuevas ideas a tu equipo o a tu jefe. 


Sé constante: Como dije una de las cualidades que más resalto en las personas creativas es que nunca se rinden y son disciplinadas. La constancia es la clave del éxito. Como bien decía Aristóteles, "Somos lo que repetidamente hacemos. La excelencia no es un acto, sino un hábito". Si te fijaste una meta, haz algo para avanzar cada día. En mi caso soy una persona poco flexible físicamente y me costaba concentrarme en una idea a la vez. El yoga resultó ser la disciplina ideal para eso. No sólo como ejercicio físico (realmente es fuerte a pesar de lo que muchos crean), sino como ejercicio de la voluntad. Sabía que si quería lograr mis metas en ambos aspectos, debía practicarlos TODOS los días, fuera en el estudio de yoga o en mi casa, y así lo hago desde hace más de 1 año. Claro que a veces tengo un poco de flojera pero de mí depende no dejar de ser constante para llegar a mi meta.


Toma riesgos: Las personas creativas son atrevidas. Saben que pueden equivocarse, pero igual dan el paso porque también saben que si no lo hacen, nunca sabrán lo que les espera. En mi caso he aprendido a tomar riesgos. Siempre fui de las personas que buscaban todas las garantías para dar el primer paso, pero aprendí que las garantías no existen. No hay nada seguro en esta vida. Lo único seguro es que si no lo intentas, NUNCA sabrás que hubiese pasado. Por eso, el tomar riesgos te dará la oportunidad de llegar a la meta que quieres. Si te equivocas, entonces sabrás que ese no era el camino y por lo tanto serás un poco más sabio/a y así buscarás una manera distinta para lograrlo la siguiente vez; lo que te asegura un buen desempeño de tu creatividad.

Observa: La creatividad se nutre de la observación e interacción con su entorno. Por eso observa, investiga, absorbe toda la información que tienes a tu disposición cada día. Desde un bello paisaje, la naturaleza, una buena conversación, una buena película, lecturas, todo lo que pueda serte útil para enriquecer tu mundo interior. Mientras más información obtengas del exterior, tendrás más recursos para desarrollar tu propia creatividad.



Mantente en movimiento: Pasea, camina, corre, haz algún deporte que te guste y qué mejor si es al aire libre. Lo importante es mantenerte activo, respirando y ejercitando tu cuerpo, de esa forma tus pulmones se llenarán de oxígeno y éste recorrerá tus venas hasta llenar a tu cerebro. Neurocientíficos de la Universidad de California (UCLA), investigaron acerca de los beneficios del deporte sobre nuestras neuronas. Vieron que cada vez que nuestros músculos se contraen y se relajan, envían al cerebro una serie de sustancias químicas, proteínas que protegen a las células de enfermedades o daños, impulsándolas a crecer y multiplicarse y a fortalecer las conexiones entre neuronas y otras células nerviosas. Leer artículo.



Así que ser o no ser creativos depende de cada uno. Somos nosotros los que podemos desarrollar todo nuestro potencial y disfrutar de ese desempeño. ¡Sólo queda hacer que suceda!



Los dejo con esta frase del gran Steve Jobs

Inspiración siempre
 y hasta la próxima!

jueves, 21 de mayo de 2015

Lánzame el flotador!!

Como no ahogarnos en momentos de crisis

Todos, alguna vez,  nos hemos visto atrapados en uno de esos momentos en que tenemos la sensación de que nada funciona, en el que nuestros esfuerzos parecen anularse uno tras otro, en el que a pesar de remar y remar, no vemos la orilla.  A mí me ha pasado más de una vez.

Bueno, esos momentos difíciles es a lo que llamamos crisis.

Definición de crisis: Situación grave y decisiva que pone en peligro el desarrollo de un asunto o un proceso. Si hablamos de una crisis personal, se refiere a la situación difícil que atraviesa un individuo. Lo cierto es que así sea que le toque a todo un país o sólo a un ciudadano “de a pie”, las crisis crean gran incertidumbre, inestabilidad y temor al no tener control sobre el desarrollo de un acontecimiento.

Las crisis pueden durar momentos, días, semanas, a veces más tiempo; la pérdida de un trabajo, un divorcio o el final de una relación, la partida de un ser querido, el cese de un contrato, una mala decisión de inversión, en fin, pueden darse por muchos motivos. Y es que causadas o no por nuestras decisiones, no podemos evitarlas, son parte del “paquete de la vida”.

Se dice que detrás de toda crisis siempre hay una oportunidad, oportunidad que quizá no vemos en el momento de alta tensión, en el que nuestro único propósito es mantenernos a flote para no hundirnos, y a la vez quizá, mantener a flote a otras personas que dependen de nosotros, nuestra familia, nuestros trabajadores, etc.

Pero lo cierto es que sí, esa oportunidad está, existe. Luego del primer impacto, cuando la marea se estabiliza e incluso llega a bajar un poco, es bueno calmarnos. Levantar la cabeza y volver a tomar aire para empezar a pensar con claridad.



A continuación una lista con algunos tips que me han servido en momentos de crisis:

Pedir ayuda


Reconozco que soy una de las personas a quien no le gusta pedir ayuda, evito a toda costa hacerlo, prefiero ser yo la que encuentre la salida por mi cuenta utilizando hasta mi último recurso. Pero ha pasado que he tenido momentos, en los que si no me tiraban un flotador, me hundía sin remedio. Y muchas veces gracias a ese “flotador”, he tenido más tranquilidad para pensar y armar un plan de contingencia. Además, sentir que alguien nos tiende una mano o simplemente nos acompaña y nos soporta en un momento difícil, nos hace más liviano el camino y nos fortalece para poder salir adelante.
A veces, ser los “jefes” (cabeza de familia o en el trabajo) nos hace olvidar que también necesitamos de otras personas. Tomemos en cuenta que el bienestar común depende de la unión.


Involucrar al entorno


No se trata de ir como almas en pena lamentándonos de nuestra mala suerte ni tampoco maldiciendo a cuanto individuo se cruce en nuestro camino en esa etapa gris, sino de comunicar abiertamente nuestros sentimientos y temores, sobretodo cuando nuestra crisis afecta a este entorno cercano: familia, trabajadores, etc. Lo mejor es que conozcan nuestra situación para poder así, aportar soluciones creativas que colaboren a suavizar el momento e incluso encontrar oportunidades en medio de la tormenta. Pueden ayudarnos a reducir gastos innecesarios por ejemplo, o generar nuevas ideas de negocio. 


Llenar nuestro tiempo con actividades diferentes y productivas


Considero que una de las cosas que más nos golpea en momentos de crisis, es ver nuestra rutina afectada. Es decir, lo que estábamos acostumbrados a hacer hasta ayer, ya no está más; sea nuestro trabajo, nuestra pareja (ahora ex pareja), nuestro ser querido que partió, etc…

Eso no sólo nos deja un gran vacío interior sino también genera un gran hueco en nuestras horas del día. Lo mejor es buscar alguna actividad de momento que llene ese tiempo libre. No hay nada mejor que despertarse con algún pendiente que debemos realizar durante el día. Hora de aprender a cocinar, algún curso de jardinería, algún deporte que no tenías tiempo para practicar. Una buena opción quizá, para quienes perdieron el trabajo y quieren conseguir otro en el corto plazo sería buscar algunos cursos de actualización u otras actividades que puedan potenciar sus competencias laborales. Ahora hay una gran oferta en Internet de cursos muy buenos a bajo costo e incluso gratis, los cuales además, permiten adaptar tus horarios. Esto será muy útil a la hora que comiences a trabajar de nuevo.

En el caso de las personas que terminaron una relación, quizá también sea el momento de contactar viejas amistades o simplemente frecuentar más a los amigos que dejamos de lado por andar tan “ocupados”. Respecto a las crisis causadas por la muerte de un familiar, considero que es otro tipo de proceso, el cual toma más tiempo, no es lo mismo la pérdida de un padre, una madre o abuelos, que la de una pareja, un hermano o un hijo. Cada caso es distinto.
Lo que considero que ayuda (por lo que he visto con gente cercana y experimentado yo misma), es encauzar el amor que le teníamos a quien partió hacia otras personas, sean familiares, amigos, incluso alguna obra de caridad o voluntariado. Si bien nada nos devolverá a nuestro ser querido, el dar nuestro tiempo, dedicación  y amor a quienes lo necesitan, consuela y alivia.


Enfócate en nuevos proyectos


Los momentos de crisis son momentos de cambio. Aprovecha para evaluar tu vida, tus metas y hacia donde quieres llegar. ¿Te sentías realmente cómoda en tu trabajo anterior? ¿O quizá creas que pudiste llegar más lejos, trabajar en otra área? ¿Hay algún negocio que quisiste desarrollar siempre y nunca encontraste la oportunidad de hacerlo? Quizá éste sea el momento para hacer un listado de tus competencias y talentos para reformar tu CV y encontrar en tu próximo trabajo un mejor desarrollo profesional. Quizá es el momento de hacer realidad ese proyecto que tenías en mente, tu propio negocio. Ahora tienes el tiempo necesario para estudiar el mercado y ver tus mejores opciones.


Mantener el buen humor

La risa es remedio infalible. Ríete. Rodéate de gente alegre, esas amigas un poco locas y graciosas, de la gente que siempre tiene algo bueno que decir y está contenta. Mira series cómicas y películas que te saquen una carcajada porque sí. La risa cura y alivia el alma. Muchas veces me he reído de la situación que me llevó a una crisis unos días después, encontrándole el lado cómico al asunto y eso hizo que la vea mucho más inofensiva de lo que realmente fue. Si tienes niños pequeños en tu familia, sean tus hijos, sobrinos o nietos o hijos de amigas, juega con ellos, diviértete con sus ocurrencias. Los niños tienen un don especial, esa chispa divina de la alegría por lo que es inevitable no salir contento y lleno de energía tras una tarde de juego con ellos.


Nunca dejes de tener metas

No importa la crisis por la que estés pasando, el mundo sigue girando y tú eres parte de él. La vida continúa y todo pasa.
Nunca dejes de seguir soñando, de tener metas propias, no importa el tamaño de éstas, sea que quieras aprender a jugar tennis o a cocinar o hasta tener tu propia cadena de restaurantes. Nunca dejes de creer en lo que quieres o de buscar nuevas motivaciones porque de eso se trata la vida. Lee, viaja, observa. Mientras hay vida hay esperanza y la vida es HOY, no cuando encuentres el trabajo ideal o el novio ideal. La vida se VIVE cada día y son tus decisiones las que al final harán que el balance sea positivo al margen de las circunstancias que te ha tocado vivir.


Confía en Dios

Por último y no menos importante, hacer tu mejor esfuerzo y el resto dejarlo a Dios o a tu poder superior, sea cual sea en el que quieras creer. Para mí es así de sencillo: nosotros seres humanos hacemos nuestra parte, quizá un 80% o un poco más y EL se encarga del resto. Su aporte es determinante siempre. Y para mí manejarlo de ese modo me da mucha tranquilidad.
He tenido varias crisis en mi vida, profesionales y personales y en cada una de ellas he hecho uso de toda mi creatividad, no sólo para salir a flote sino para nadar y llegar a buen puerto. Pero no hubiera tenido la fuerza necesaria sino creyera que existe un ser superior a mí que controla mi mundo y los acontecimientos.  Así que si tú también tienes un poder superior en el cual crees, búscalo y ofrécele tu carga en momentos de crisis, Él te dará la fortaleza y sabiduría para salir adelante.


Bueno, es todo por hoy, los dejo con esta frase inspiradora. 


Suerte e inspiración siempre!


Ana Maria Chacaltana
Directora Creativa
www.apropositopublicidad.com

jueves, 14 de mayo de 2015

Familias ensambladas

Por siempre fuerte (Forever Strong)


“Forever Strong”, es una película de Ryan Little, protagonizada por Sean Faris acerca de un jugador de Rugby, que vi a insistencia de uno de mis hijos postizos (hijo de mi esposo), a quien le encanta este deporte. En realidad hasta antes de ver esta película, nunca sentí mucha curiosidad por esa disciplina. Ver jugadores grandes y robustos, aplastarse entre sí, no me resultaba muy atractivo. Mi hijo es fuerte y grande, así que por ese lado, no estaba preocupada.

Pero grande fue mi sorpresa al darme cuenta que este deporte encierra mucho más. Es una disciplina que integra y compromete a los miembros de un equipo a trabajar juntos, destacando lo mejor de cada uno para lograr así tener éxito.

Rick Penning (Sean Faris), el protagonista, es uno de los mejores jugadores del equipo en el cual su padre es el entrenador, pero a la vez, es un chico, soberbio, rebelde y conflictivo. Tras un accidente de auto, que él mismo ocasiona y en el que casi pierde la vida su novia, es enviado a un centro de detención en Salt Lake City, lo que le impedirá seguir jugando en el equipo de su padre justo antes de iniciarse las prácticas para el campeonato. Por fortuna para el chico rebelde, su preceptor le da la oportunidad de integrarse a un equipo de Rugby de alta montaña, donde tendrá que aprender a manejar sus impulsos y aires de grandeza para poner su talento a favor de su equipo y trabajar junto con ellos como una familia. Esta tarea no resultará nada fácil para él, acostumbrado a ser la estrella de su equipo anterior, pero gracias a esta experiencia, la perspectiva de su práctica cambiará. Su nueva  “familia deportiva ensamblada" le inculcará los valores del grupo, que le darán finalmente otro significado a su vida.


Sucede en las películas. 
Sucede en la vida Real 
…y en las organizaciones.


Cada miembro de una organización tiene  talentos y aptitudes especiales, razón para ocupar un determinado puesto. Pero,  ¿qué sucede cuando no ponemos ese talento a favor de nuestro equipo? ¿Estamos dispuestos a ceder nuestros cinco minutos de fama y atención de los directores a favor del éxito grupal en una campaña? Es más, si soy el jefe, ¿estoy dispuesto a darle a mi equipo el crédito de una gran idea? Sería lo ideal, pero no siempre sucede así.

 Diariamente, en mi trabajo, conozco distintos Jefes de marca (Brand Managers), Gerentes Generales (Ceos), Gerentes de Marketing, etc. cuya posición frente al trabajo en equipo, es un factor determinante para el desarrollo óptimo de un proyecto. He tenido el caso de jefes que se toman el tiempo para escuchar todas las opiniones, equivocadas o no, de los miembros de su equipo para tomar una decisión. Esta actitud fomenta un ambiente cordial y de confianza donde todas las opiniones cuentan y los miembros se sienten respetados. Asimismo, he tenido el caso contrario, los que temen que un subordinado o jefe de otra área comente algo que pueda poner en duda su capacidad para desempeñar el cargo. También he tenido oportunidad de ver  “bandos” a favor de un jefe o del otro, o el rechazo de los miembros antiguos a las ideas de los miembros nuevos que se incorporan a la organización, por temor a que estos últimos los “serruchen”. Todo esto sólo crea confusión, inestabilidad y desconfianza, generando un ambiente hostil donde difícilmente se puede llegar a un acuerdo y menos aún, desarrollar algún tipo de proyecto, o por lo menos uno que tenga éxito. ¿Cómo alinear valores y comprometer a los colaboradores de una organización con su misión, si ni siquiera existe unión y respeto entre ellos? Peor aún, ¿cómo pretenderlo, si la cabeza, el jefe de área, el "entrenador" de ese equipo, no se ha ganado el respeto y confianza de su gente?


Una gran familia ensamblada 

Las organizaciones son como familias ensambladas, personas que vienen de distintos ámbitos con sus propios talentos, aptitudes y características, las cuales fueron adquiridas en el camino por distintas experiencias. A la vez, sus miembros asumen un compromiso con la organización a la que pertenecen actualmente, porque se sienten a gusto en un ambiente que les permite crecer y desarrollarse.

Como toda familia, existen normas que se respetan y espacios para compartir. Si bien todos son diferentes, una familia bien cohesionada, respeta esas diferencias y encuentra complementos para apoyarse unos a otros. Tiene claro que si bien cada uno de sus miembros tiene un talento especial, la participación de TODOS es necesaria hasta imprescindible diría yo, para lograr el éxito. Existe una meta en común y van hacia ella.

Por otro lado, así como los miembros de un equipo deben tener espíritu de participación y colaboración, se necesita de un líder capacitado y creativo para encontrar soluciones acertadas ante determinadas situaciones, que sepa elegir bien los canales de comunicación con su gente y fomente un ambiente de colaboración constante. El equipo necesita un “entrenador” que confíe en las capacidades de sus miembros y a la vez aprenda de ellos, logrando enfocarse en la meta y dirigiéndolos hacia ella.

En mi experiencia profesional, he sido miembro de varios equipos, con los que me he sentido a gusto y en confianza, como jefe, como aliada y como miembro también, con los que me he comprometido totalmente, trabajando por el bien común. Pero hay una organización de la que soy cabeza junto con mi “socio”,  a la que le tengo preferencia, la que merece mi mayor dedicación y compromiso, donde hago uso de toda mi creatividad para encaminar a mi gente hacia el bienestar común. Esta organización a la que pertenezco es mi familia ensamblada. Conformada por mi esposo, mis dos hijos biológicos, mis dos hijos postizos y yo. Ahí vamos, aceptándonos y respetándonos, asumiendo retos y creciendo, como organización familiar y seres humanos.

Suerte e inspiración y hasta la próxima!

Ana Maria Chacaltana

Directora Creativa
www.apropositopublicidad.com







jueves, 7 de mayo de 2015

TÚ…la incondicional…por siempre amiga TÚ.

Porque ERES parte de MI VIDA




Amigas tengo muchas. Las del colegio (de toda la vida), las de la universidad, las del yoga, las del trabajo, las mamás de los amigos de mis hijos y hasta las que tengo en mi propia familia. Algunas, son ideales para la diversión, la pachanga (como decimos en Perú), con las que sé, la pasaré muy bien y me reiré mucho. Otras en cambio, son más serias pero a la vez muy buenas para darme consejos profesionales o para los negocios, otras son sentimentales y querendonas, también están las positivas, que siempre tienen algo bueno que decir…y están claro, las que tienen un poco de todo.

Pero son sólo algunas pocas, muy pocas, a las que busco siempre. Esas son las "incondicionales", las que me conocen mejor y por lo tanto me hacen sentir más cómoda con su presencia. 

Eso mismo sucede con las marcas. Marcas de productos y servicios hay muchas, miles, millones. Y dentro de ese gran universo, variado y en constante movimiento, siempre están las que nos dan ESO que nos acomoda y nos hace sentir bien, las INCONDICIONALES, a las que siempre regresamos. Desde el café de la mañana, hasta la marca de lentes o auto que manejamos. Las hacemos "nuestras", partícipes constantes de nuestra rutina, porque hay "algo" en ellas que vemos en nosotros mismos y con lo cual nos identificamos. 



De conocida a MEJOR AMIGA


La construcción de una marca, no es sólo elegir un nombre simpático, diseñar un logo y un slogan de fácil recordación. 

Por el contrario, éste es un proceso un poco más complejo, que involucra aparte de un claro conocimiento de la situación actual de la marca (ventajas competitivas, objetivos de comunicación, etc) y del mercado competitivo en el participaremos; algo mucho más importante, fundamental diría yo, la razón de ser de nuestra existencia: EL CLIENTE de nuestra marca, nuestro público objetivo.

¿Cuáles son sus necesidades, estilo de vida (insights relevantes?, etc), ¿qué lee?, ¿qué come?, ¿qué busca?, ¿qué espera?, ¿qué lo motiva?

Éste es el punto de partida para construir un concepto de marca basado en la PROMESA de darle ESO especial a nuestro consumidor. Ese ingrediente que hará que nos elija como "la mejor amiga", "la incondicional", porque lo conocemos en verdad y podemos así, llegar donde las otras no llegan. 

La labor principal de toda marca que se respeta es conocer bien a su cliente, ya que sólo así, podrá darle ESO que busca y espera. 

Y claro está, que esa PROMESA, debe llegar envuelta en un paquete atractivo y creativo, para eso estamos los publicistas, no? Un paquete que cause una buena primera impresión y lo invite a probar si es verdad, si es realidad que lo conocemos bien y podemos convertirnos en su "mejor amiga". 

Como comunicadora y publicista he creado muchos conceptos de marca pero sólo algunos han logrado permanecer y crecer con sus consumidores. Y digo sólo algunos, no porque la impresión inicial no haya sido buena, sino porque éste es un trabajo continuo, un compromiso que asume la marca con sus consumidores, fortaleciendo vínculos y haciéndoles ver que son las "amigas leales", las que siempre están ahí cumpliendo su promesa. 

Es gratificante trabajar en equipo con una empresa que toma en serio su MISIÓN para la construcción de una marca, que trabaja para ser cada día mejor. Estas son las MARCAS que siempre valdrán la pena tener como " mejores amigas", porque a pesar del tiempo, SIEMPRE estarán ahí, dándonos lo mejor de ellas para hacernos la vida más sencilla, más cómoda y feliz.


Suerte e inspiración y hasta la próxima!