viernes, 30 de octubre de 2015

SOMOS GRAU, SEÁMOSLO SIEMPRE.

Grandes personajes que generan el cambio

Ayer tuve la oportunidad de asistir al evento que Telefónica y la Marina de Guerra del Perú realizaron en el centro naval de San Borja. En esta ceremonia se entregó, por cuarto año consecutivo, el premio Nacional Almirante Miguel Grau. Este premio se entrega a aquellas personas que destacan por su generosidad y ayuda al prójimo, generando un cambio importante en la sociedad.

La ceremonia incluyó un cortometraje de las cartas que intercambiaron Miguel Grau y la viuda del almirante Arturo Prat después del combate de Iquique. El cortometraje, muy bien logrado por cierto, resalta la grandeza de espíritu y el desprendimiento de nuestro héroe nacional. Como se sabe, Grau devolvió a quien fuera la esposa de Prat, su espada y otras pertenencias junto con un carta donde expresaba sus condolencias y admiración hacia su adversario caído. Sin duda un gesto muy valorado y reconocido por la misma viuda.

El primer premio Nacional Almirante Miguel Grau de la noche se entregó a Francisco Cavero, un joven veterinario que eligió desde muy chico cuidar y velar por los animales de la calle y quien tiene un consultorio en Villa El Salvador donde apoya a dueños de mascotas de bajos recursos. El segundo premio fue otorgado a la señora Juany Burga, co-fundadora de la organización ANIQUEM, ayuda para el niño quemado, donde atiende, cobija y recupera, a niños quemados, la mayoría menores de 5 años y también de bajos recursos. El tercer premio fue para el bombero voluntario José Carranza, quien sin dudarlo arriesgó su vida en un incendio hace algún tiempo atrás, resultando con heridas graves que lo tuvieron en reposo por varios meses y aún así continúa su labor.

Tres personas con un ideal común: ayudar desinteresadamente.


En busca de los ideales perdidos

La ceremonia, el cortometraje y finalmente la entrega de los premios, realmente me sacudieron por dentro. Me quedé pensando en todas esas personas valiosas que asumen un compromiso permanente con el prójimo, quienes entregan su tiempo, incluso poniendo en riesgo su vida, para lograr ese cambio que muchos (me incluyo), creemos que quizá ya no es posible.

La razón es simple, hoy ya no se lucha por un ideal, hoy se lucha por conseguir poder. Sólo importa cuánto tienes, cuánto logras.

Quién no se ha sentido hastiado como ciudadano, al ver todos los casos de corrupción, al ser víctima de engaños, estafas o robos, al ser testigo de la indiferencia.
Cuántas veces escuchamos "es que así es el Perú, pues!" país de las combis asesinas, donde reina la viveza, donde cualquier hijo de vecino se estaciona en el lugar para discapacitados (demostrando una gran discapacidad emocional), donde sólo MI tiempo es importante, donde para mover un sólo dedo esperamos algo a cambio, siempre.

Pero ayer me di cuenta, una vez más, que  no todo está perdido. Gracias a Francisco, Juany y José y muchas otras personas anónimas, que no buscan premios ni reconocimiento, sino que su trabajo aporte a un cambio positivo en nuestra sociedad, puedo creer que aún queda esperanza para nuestro país. Que sólo nosotros decidimos si hacer o dejar pasar todas las oportunidades que tenemos de aportar para tener una vida mejor. Nos quejamos de los políticos corruptos, pero somos nosotros quienes los elegimos , nos quejamos del maltrato infantil y contra la mujer, pero nos quedamos callados cuando lo vemos, nos quejamos de tantas cosas pero no somos capaces de actuar.

Personas como Francisco, Juany y José actúan, no esperan que alguien llegue y les diga que hacer, ellos lo hacen.

Qué bueno sería conectar con nuestros ideales, aquellos que nos motivan a ser mejores personas. Y hacer como Miguel Grau, quien prefirió devolver la espada de su adversario caído a su viuda en lugar de quedarse con ella como trofeo. Que no vale quién más tiene sino el que más da, que el verdadero líder es el que ayuda a avanzar a su prójimo junto con él, quien a pesar de sus obligaciones diarias, igual entrega su tiempo, quien busca el bien común y no sólo para sí mismo. ¿Será que es posible? ¿Será que somos muchos más los que sí tenemos ese ideal? Gracias a Juany, Francisco y José y muchos otros que hacen pequeños grandes aportes diarios en la vida de los demás, creo que sí.


Suerte e inspiración,

Hasta la próxima!

Les dejo el cortometraje "Cartas del Pacífico", digno de compartir y extender
https://vimeo.com/106216161