martes, 17 de mayo de 2016

A propósito de cumplir años

"La vida es un camino largo de aprendizaje continuo, lleno de encuentros y desencuentros, con nosotros mismos y con los demás; un camino que se nos va haciendo más fácil a medida que nos vamos conociendo, eligiendo mejor la ruta, disfrutando las quebradas y las montañas que nos animamos a escalar, abrazando con entusiasmo los paisajes nuevos, respirando la libertad que ganamos con los años y la tranquilidad de saber que estamos donde debemos estar."




Llega un momento en la vida en que dejamos de correr tras lo que creímos por tanto tiempo urgente, cuando dejamos de contar los kilos y comenzamos a contar las alegrías, cuando los chocolates y el vino saben mucho mejor, más aún, en buena compañía. 

Llega el momento en nuestra vida donde sentirnos bien no sólo abarca la parte física sino principalmente, nuestro interior, cuando disfrutamos más de las largas caminatas al aire libre y los atardeceres, cuando la naturaleza forma parte esencial de nuestros días.

Llega el momento donde la opinión de los amigos ya no pesa para tomar nuestras propias decisiones, cuando la experiencia vivida es nuestra mejor consejera y las palabras de nuestros padres, vivos o no, suenan más que nunca en nuestra cabeza. 

Llega el momento en que comenzamos a valorar el placer y el descanso, en que los momentos de relax se vuelven casi una obligación, en el que los cafés con las amigas son agenda inamovible. 
Cuando el amor cobra un sentido distinto, más amplio, abarcando todos nuestros roles y actividades, llenando nuestra vida de gratitud. 

Llega el momento en que no ya no tomamos las ofensas a manera personal, cuando ya no queremos perder tiempo con quienes no suman en nuestra vida, cuando valoramos más tener tranquilidad antes de tener la razón. Cuando multiplicamos los abrazos y disminuimos las distancias con quienes nos importan, donde los "te quiero" y "te amo ", están presentes en nuestra comunicación cotidiana. 

Llega el momento en que nos sentimos mucho más dueños de nosotros mismos, de nuestros estados de ánimo y de nuestra alegría, cuando ya nadie nos puede lastimar sin nuestro consentimiento. 

Llega el momento en el que reconocemos que a pesar de los años vividos, aún somos tan solo aprendices, y que debemos aprovechar cada minuto porque no somos inmortales como alguna vez lo creímos. Cuando tomamos conciencia que la vida es una y que estamos justamente donde debemos estar, que el éxito se construye con mucho trabajo y también con una pizca de suerte, que los amigos son muchas veces nuestra cafeína para seguir adelante, y nuestra familia, por más imperfecta que sea, es nuestra fortaleza, el lugar más seguro. 

Llega el momento en que entendemos que a pesar de todos nuestros esfuerzos, no controlamos los resultados porque Dios siempre tiene la última palabra, y que a veces lo que no conseguimos es justamente, un golpe de suerte. Que todos somos seres creativos y que nuestros mejores talentos se desarrollan ayudando a los demás, que nunca es tarde para hacer las cosas bien y que equivocarse es parte del crecimiento pero prepararse mejor para volverlo a intentar es parte de la madurez.


Suerte y hasta la próxima! 

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